Cuenta
la leyenda que fue el tercer hijo varón, parrandero y vago de un gamonal de
Escazú. Siempre echado de día, en las noches envolvía un yugo en cobijas, lo
ponía en la cama y se escabullía a parrandear.
El padre y sus hermanos furiosos le llevaron casi a la
fuerza al monte, a “tapar” frijoles. Apenas llegó a la finca se echó a sestear.
Entonces ocurrió que el padre al verlo nuevamente perdiendo su tiempo mientras
sus hermanos trabajaban decidió maldecirlo diciéndole: “Echado y a cuatro patas
seguirás por los siglos de los siglos, amén”. Así súbitamente el joven se
transformó en un perro grande, adusto, flaco, erizo que hoy día trota al lado
de los parranderos y los acompaña con su trotecillo ligero, triste y
advertidor.
¿No has oído tarde en la noche en tus noches de fiesta
su aullido venteando la muerte entre los alarmantes cipreses de los
cementerios? El oye el pasar de las almas que se van, el vuelo de las prófugas
del purgatorio y el aletear del Ángel del Misterio.
Características de la leyenda: las leyendas están asociadas a un lugar o evento
determinado este puede ser real exagerado o ficticio, por lo general busca
explicar fenómenos naturales, convirtiéndolos por lo general en historias
sobrenaturales, son de autoría anónima, y se propagan como historias populares.
Por lo general contienen una enseñanza moral y no necesariamente
presentan una estructura narrativa.
Una leyenda es un relato popular
transmitido por tradición oral, el cual expone la historia de un hecho o
personaje, apelando al uso de elementos reales e imaginarios. Tiene un conjunto
de características que es necesario tomar en cuenta para poder distinguirla de
otros relatos de tradición oral.
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